Sin duda, la reflexión sobre las temáticas anteriormente estudiadas, nos abren espacio para construir posteriormente nuestros modos y estilos de aprendizaje y ofrecer una buena labor pedagógica y mejor servicio educativo.
El constructivismo es un movimiento pedagógico contemporáneo que concibe el aprendizaje como una actividad organizada, compleja, dinámica, creativa y crítica de la persona.
Para aprender los conceptos no alcanza con repetirlos, hay que relacionarlos, comprenderlos y poner en marcha un proceso de aprendizaje realmente significativo. En tal sentido, se debe favorecer la comprensión, y que los estudiantes sepan de qué hablan.
Las fuentes psicológicas del constructivismo:
Podemos señalar como más importantes las siguientes:
· La teoría de Asimilación Cognoscitiva de Ausubel.
· La Psicológica Genética de Piaget, y
· La Psicología Culturalista de Vigotski.
Nadie educa a nadie, todos aprendemos de todos. En la época actual se ha comprobado que la mera explicación verbal del profesor no es tan esencial para que los alumnos aprendan, sirve sólo para iniciar, evaluar y guiar el aprendizaje. Que el profesor haya explicado bien el tema no significa que los alumnos hayan aprendido.
El dilema actual: Memorizar datos o comprender conceptos:
Es más cómodo memorizar que tratar de entender. Algunos ejercicios que ayudan a romper estos paradigmas, tienen que ver con pedir a los estudiantes que digan lo que han entendido con sus palabras, que busquen ejemplos, que hagan preguntas.
El alumno debe aprender a expresarse con sus palabras no repetir al pie de la letra lo que el profesor dice, debe dejar la costumbre de utilizar palabras ajenas y empezar a utilizar palabras propias.
Debemos aprender para la vida y no para la escuela:
Aprender a aprender no es tan difícil, solo necesita ejercicio, práctica y querer saber las cosas por el lado de la comprensión y el esfuerzo, dejando de lado la memorización mecánica que sólo aporta a frías informaciones, pereza para pensar y tedio de vivir.
Se dice popularmente que existen tres maestros que debemos oír continuamente: la naturaleza, experiencia y los libros. El ser humano siempre está y permanece en constante formación y aprovecha la experiencia como saber acumulado. Los libros son muy útiles, pero hay que saber que si no hay un equilibrio entre la práctica, la naturaleza y la lectura, vamos perdiendo la capacidad de actuar. Esto no quiere decir que nos alejemos de los libros.
Debemos analizar desde una perspectiva global, las formas de aprendizajes muy variables, que revisten las siguientes características:
· El aprendizaje abierto: Sin fases ni esquemas prefijados, más bien centrado en intereses, necesidades y posibilidades de los alumnos, que favorece ofertas fuera del ámbito escolar. De esta manera se crea una atmósfera estimulante de trabajo.
· Un aprendizaje activo: Que favorece el aprendizaje mediante la acción y participación, activando muchos sentidos. El alumno participa en el desarrollo de su propio aprendizaje.
· Un aprendizaje interrelacionado por áreas: Se rompe con la separación del conocimiento por asignaturas aisladas, buscando la interdisciplinariedad que se da alrededor de un tema, problema, proyecto o necesidad.
· Un aprendizaje dialógico: Donde las personas demuestran que son capaces de comunicarse y generar acciones a través del consenso, transformando las relaciones entre las personas y su entorno.
· Un aprendizaje significativo: En el cual se vinculan los nuevos conocimientos de manera clara y estable con los conocimientos previos.
· Aprendizaje por descubrimiento: Se fundamenta en la psicología cognitiva, partiendo del conocimiento y experiencia del alumno y favoreciendo una elaboración autónoma del nuevo conocimiento.
Hacia modelos didácticos interactivos:
Entendemos por modelo didáctico, una teoría de las ciencias de la educación que sirve como modelo y análisis del actuar didáctico en el contexto escolar. Por un lado, es la representación conceptual, simbólica y por otro lado, es la estructuración sistemática del proceso de aprendizaje.
Tienen por finalidad aclarar las condiciones, posibilidades y límites del proceso considerando aspectos teóricos y prácticos.
N existe un modelo didáctico único y universal y depende en primer término de tres elementos esenciales que interactúan permanentemente:
El alumno: Con todas sus características personales, psicológicas y socio culturales, su nivel de desarrollo mental y su motivación para aprender.
El docente: Con su propia personalidad, preparación, competencia profesional académica, metodológica.
El currículo: A desarrollarse, incluyendo los contenidos cognitivos, procedimentales y actitudinales, habilidades y destrezas, medios y materiales, así como la evaluación.
TAMBIÉN EXISTEN FACTORES A NIVEL MACRO, QUE SON AQUELLOS QUE SE ENCUENTRAN A NIVEL MUNDIAL, NACIONAL, REGIONAL.
La sociedad: Con su realidad socio – económica, su cultura, sistema político, ubicación, situación actual como país, etc.
El sistema educativo nacional: Con su estructura, sus principios y fines educativos, su financiamiento y funcionamiento.
La estructura curricular Nacional o regional: Con sus componentes, sus enfoques, contenidos, estrategias y sistema de evaluación.
Las normas generales sobre la infraestructura: Construcción, mobiliario, material educativo, etc.
El sistema de formación docente: Su currículo, perfil profesional, preparación, nivel, capacitación, etc.
LOS FACTORES A NIVEL MICRO, SON AQUELLOS QUE SE ENCUENTRAN EN EL ENTORNO MÁS CERCANO: LA ESCUELA Y LOCALIDAD.
El ambiente natural y social: La región geográfica, la comunidad local, la composición familiar, ubicación dentro de la comuna, etc.
La infraestructura educativa: Tipo de construcción, material noble, esteras, adobes, condiciones mínimas o máximas, equipos, materiales y medios, etc.
La organización escolar: El proyecto educativo institucional, visión, misión, los equipos de profesores, su experiencia, su edad, sexo, preparación, etc.
El salón de clase: El número de alumnos, su edad, sexo, implementación del aula, ambiente, recursos, etc.
Concluimos que el maestro debe conocer y dominar una gran variedad de modelos y determinar en qué momento emplear qué modelo y cuándo combinarlo con otro, insistiendo en modelos interactivos.
Retomando el enfoque constructivista, nos centramos en el aprendizaje significativo, el cual implica crear una relación sustancial entre el conocimiento previo y la nueva información.
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